Este fin de semana hemos continuado formándonos en neuroeducación. Ante los nuevos avances en el conocimiento del cerebro humano la educación no puede quedarse al margen y nosotros debemos estar en la vanguardia educativa para aprender más.
El viernes por la tarde, asistimos a la ponencia «Cómo el cerebro aprende, recuerda y olvida» a cargo del Dr. D.Ignacio Morgado.
El Dr.Morgado nos habló de cómo hay varios factores que están relacionados con la creatividad y la intuición de los niños (y no tan niños) y que potencian el aprendizaje de los niños y la memoria. Los más nombrados fueron los siguientes:
– EL SUEÑO: Nos habló de la importancia de las horas de sueño, si has dormido bien el cerebro está preparado para aprender mejor.
– DEPORTE: Hay que moverse y vivir activos. Cuando nos movemos se activan en el cerebro sustancias químicas que hacen que las neuronas funcionen mucho mejor. No hay que practicar mucho y pocas veces, sino poco pero de manera regular. Además, reduce el estrés en los niños y adultos y mejora el aprendizaje.
– MEMORIA: La educación es emoción. La emoción motiva, y cuando estamos motivados se activa la adrenalina y el cerebro funciona mejor. Lo que consigamos en la educación con emoción, importará más a nuestros alumnos.
– GUIAR EL ESTUDIO CON PREGUNTAS: Convertir a nuestros alumnos en un Sherlock Holmes, porque cuando un alumno busca lo que quiere, sabe lo que está buscando. Como profesionales de la educación tenemos que saber buscar las preguntas que les emocionen y generarles AUTONOMÍA para aprender.
– PRACTICAR SISTEMÁTICAMENTE EL RECUERDO Y RECONSTRUCCIÓN DE LO APRENDIDO: A veces los alumnos no entienden las cosas hasta que no son capaces de explicárselo a un compañero o a otra persona. Escribirlo o explicárselo a alguien es un buen método de estudio porque descubren lo que no saben.
– LA MÚSICA: Es un lenguaje añadido, como un lenguaje más del cerebro. Cada vez es más importante que los alumnos sean capaces de interactuar con sus compañeros, trabajar las exposiciones orales que les hacen ver si lo entienden o no. Con este método, los alumnos se acuerdan mucho más.
– LA LECTURA: Es la mejor gimnasia que hay para el cerebro. Hay que leer toda la vida, nunca somos viejos hasta que piensas que no tienes ganas de aprender.
Un alumno, o cualquier persona, que se cultive inteligentemente, tiene asegurada la reproducción de neuronas.
Necesitamos potenciar el prestigio de la educación, formar bien a nuestros alumnos incluso en aspectos morales y éticos, eso es lo más importante que un profesor puede trasmitir a sus alumnos.
El sábado, tuvimos la ponencia de la Dr. Rosa Casafont, que habló de los cambios neuroplásticos y epigenéticos del cerebro humano. Fue una conferencia mucho más técnica y científica, pero muy importante para los docentes actuales porque nos quedó patente la capacidad que tienen los docentes de influir positiva o negativamente en los alumnos. Hemos de educar para acompañarles y nuestra responsabilidad como educadores es muy grande.
Hicimos un recorrido anatómico y fisiológico del cerebro, para concluir que el cerebro para tomar decisiones debe tenre emociones, porque somos más emocionales que racionales. Nuestras estructuras neuronales son cambiantes según las distintas edades de los alumnos. El hipocampo es un creador dinámico que crea neuronas cada día y además, tiene capacidad plástica, crean conexiones que facilitan estímulos internos y externos.
Descubrimos que la epigenética no es más que todo aquello fuera de nuestra genética, lo que nos determina. Dependiendo de lo que hagamos en nuestras vida cambiamos para convertirnos en unas personas u otras. El proceso educativo debe ser constante en cada ser humano, y no debe acabar nunca. Las emociones graban, pero los miedos bloquean y no se aprende.
Un alumno con un circuito de neuronas negativas puede hacer que aumenten las condiciones negativas del alumno. Además, en las personas existe la memoria asociativa, por lo que si hemos sufrido algo negativo, me puede condicionar por el recuerdo que me genera. Un circuito positivo, sin embargo, puede hacer que un pensamiento negativo se transforme en un circuito inactivo, por ese motivo, los educadores actuales debemos crear retos positivos a nuestros alumnos.
En conclusión, debemos trabajar para ser buenos docentes e influir de manera saludable en nuestros alumnos. Debemos hacer que aprendan a regular su estrés, crearles resiliencia para ser capaces de saber regularlo. Y no podemos olvidar la manera de hacerlo: la meditación, el trabajo cognitivo y el ejercicio nos ayudaran a destruir la culpa y el estrés. Las neuronas espejo dan empatía emocional, cognitiva e incluso somática.
Por tanto, debemos seguir formándonos y conociendo la evolución de las estructuras cerebrales para saber que cuidando nuestra alimentación, cuidando nuestra mente (con meditación y oración silenciosa), cuidando las horas de sueño de nuestros hijos (y las nuestras) junto con el ejercicio físico, podemos prevenir que nuestros pensamientos positivos marquen nuestras actitudes positivas, de esa manera, conseguiremos alumnos emocionalmente más motivados para aprender y mejorar su raciocinio.
Estas ponencias, han ido acompañadas de talleres con aprendizajes basados en juegos y en las mochila que todo neuroeducador debería llevar a su aula.
En definitiva, un gran reto el que tenemos los educadores de hoy en día. Seguiremos formándonos cada día para que se reflejen estas enseñanzas en nuestros alumnos y en nuestro centro. 🙂
Próximo congreso al que asistiremos: Congreso Interdiocesano 20 y 21 de octubre, con ponentes de primera categoría:
Gregorio Luri
Catherine L’Ecuyer
José Ignacio Munilla
y el Cardenal Antonio
Los padres podéis asistir, ¿te lo vas a perder?