Las Hermanas Misioneras Parroquiales llegan a Alfafar en 1940 con la labor de ayudar a los párrocos de la comarca (Alfafar, Benetússer, Sedaví) y, además, construyeron un edificio en el que daban clases a unas cuantas niñas del pueblo. Estas clases eran, ni más ni menos, que un avance de lo que hoy son las Escuelas de Adultos o Talleres y que, en aquellos días, suplieron una función social muy importante.
El 17 de mayo de 1955, las Hermanas Misioneras Parroquiales se unen a la Congregación de las Hermanas Mantellate – Siervas de María de Pistoia (Italia). Es, a partir de entonces y, con el refuerzo de la Congregación, cuando empieza el despegue de la Orden en España donde se fundan otros dos centros: uno en Valencia y otro en Alcásser. Y, en 1987, se abre una Casa de Espiritualidad (también utilizada para convivencias escolares) en Serra.
Sin dejar de lado la obra de Apostolado, las Hermanas van dedicándose más a una labor educativa y, el Centro, se convierte en un Centro de Enseñanza Primaria, llamado COLEGIO MARÍA INMACULADA.
En 1970 se remodela el Colegio: se construye un tercer piso y se incorpora al antiguo edificio el ala derecha donde se ubican la Capilla, el Salón y parte del Patio de Recreo.
En 1995 el Colegio vuelve a reestructurarse para dar paso a la LOGSE; y, consecuentemente, el 20 de marzo de 1996, se aprueba la ampliación de la Educación Secundaria Obligatoria.
En enero de 2006, las Hermanas Mantellate – Siervas de María, con el objetivo de dar un mayor servicio a los niños y niñas del Centro, comenzaron a remodelar el colegio e hicieron unas obras de reestructuración para separar la casa de las Hermanas de lo que era el Colegio en sí. De este modo, queda delimitada la separación entre el Centro Educativo y la vivienda de las Hermanas. Así pues, el colegio cumple la legislación vigente en cuanto a eliminación de barreras arquitectónicas y colocación de puertas anti-incendio y salidas de emergencia. Dichas obras de reestructuración han terminado el 24 de julio de 2007.
El 1 de septiembre de 2009, las Religiosas Mantellate Siervas de María ceden la Titularidad del colegio al Arzobispado de Valencia, a través de la Parroquia Nuestra Señora del Don, pasando a formar parte de los Colegios Diocesanos que pertenecen a la Archidiócesis Valenciana.
Las Hermanas Mantellate Siervas de María siguen perteneciendo a la Comunidad Educativa del Colegio María Inmaculada y ayudan, con su experiencia y su saber hacer, en la Pastoral del Colegio. Así pues, el cambio de Titularidad no ha afectado al régimen de funcionamiento del Centro que continua con el mismo espíritu social, educativo y evangélico con el que empezaron las primeras hermanas.
Como se puede comprobar, este Centro, como tal, es una entidad viva y en constante cambio y evolución. No obstante, el Colegio siempre recuerda con mucho cariño el paso de sus alumnos y alumnas por esta la que siempre será su casa.